Skip to main content

EL RESPETO POR LA TRADICIÓN DE NUESTRA FAMILIA

El lugar del que venimos nos hace ser lo que somos

1878

Pablo García Paniagua, aprendiz de boticario en O Carballiño, y su esposa, Juana Puga, regentan una Casa de Postas en Porto de Éguas, donde pronto, sus licores artesanales empiezan a ganar popularidad.

1905

Tras el temprano fallecimiento de Pablo G. Paniagua, es su esposa Juana Puga, conocida en la familia como «Mamá Juana», la que toma las riendas del negocio, manteniendo la marca Paniagua como sello de calidad y ampliando el catálogo de productos con coñac, vermut, anís y otros destilados.

1930

«Mamá Juana» continuó siendo el alma máter de Paniagua tantos años como su edad y fuerzas le permitieron. Llegado el momento, reclamó la presencia de sus hijos, que se encontraban en América como tantos emigrantes de la época.

Fue José García Puga quién asumió el reto, trasladando la fábrica a O Carballiño, ampliando el volumen de producción y la expansión comercial.

1965

Los hijos de José García Puga son la siguiente generación en tomar el relevo, llevando el sueño de sus abuelos Pablo y «Mamá Juana» a lo más alto. Son años de expansión para la empresa, que adquiere proyección y prestigio nacionales.

2006

Hoy, los bisnietos de Mamá Juana y Pablo G. Paniagua están al frente de la empresa familiar, apostando por la modernización de la fabricación, desarrollando su actividad en unas instalaciones punteras en producción, calidad, embotellado y logística.

Más de un siglo después, Paniagua mantiene las recetas tradicionales de la familia, pero también apuesta firmemente por el desarrollo de nuevos productos que se adaptan al mercado y a las necesidades de nuestros clientes.